En la actualidad, alquilar un piso es algo muy común en España, tanto como para quien busca un lugar donde vivir, como para los propietarios que quieren generar ingresos por su inversión. Por esta razón, declarar correctamente el alquiler de un piso debe ser una parte fundamental de este proceso, y que todos tomen en consideración. Con este artículo te guiaremos a través de los aspectos más importantes relacionados con la declaración del alquiler de un piso, requisitos legales y las implicaciones fiscales que conlleva.
Recordemos que en España es una obligación legal declarar el alquiler de un piso o vivienda. La Agencia Tributaria, que es el ente regulador, puede penalizarte económicamente, en caso de descubrir que has obtenido ingresos por alquiler y no los has declarado.
Por otro lado, haciendo la declaración legal tienes acceso a variadas deducciones y bonificaciones fiscales, que reducirán de una manera importante la cantidad de euros que eventualmente pagarás al gobierno. De esta manera, declarar el alquiler de un piso siempre se traducirá en beneficios financieros y de tranquilidad personal.
Con la ayuda del modelo 100 de la Agencia Tributaria, podrás hacer la declaración anual de la renta. Para ello, deberás registrar todos los ingresos conseguidos del alquiler. Estos serán los pasos a seguir:
Se trata de conseguir la información de los inquilinos, los ingresos obtenidos en la renta y los gastos incurridos.
Hay dos opciones, el general y el simplificado. En la declaración general conseguirás las opciones para las deducciones.
En esta planilla debes reflejar los ingresos y los gastos relacionados con el alquiler.
Tienes la opción de realizarlo por la web de la Agencia Tributaria.
Cuida la fecha de vencimiento de la presentación, debes tener en cuenta que la campaña de la declaración de la renta inicia a principios de abril y finaliza a finales de junio. Hacerlo fuera de fecha, genera recargos.
Debes reunir la documentación que respalde tus ingresos y gastos, a fin de realizar correctamente la declaración del alquiler de un piso. El siguiente listado te servirá de guía para recaudar los documentos más relevantes:
1. El contrato de alquiler. En este documento está establecido las condiciones del alquiler, el monto a pagar mensualmente y la fecha de inicio y vencimiento del contrato, entre otros.
2. Los recibos de pago. Es importante guardar todos los recibos que respalden la cancelación mensual de los inquilinos.
3. Facturas de gastos. Se refiere a los gastos por servicios básicos, como el agua, la electricidad, el gas, el seguro del hogar, o los gastos de comunidad.
4. Movimientos bancarios. Donde se demuestran las transacciones de pago de alquiler y de gastos.
5. Declaración de la renta anterior. Tener a la mano la declaración del año pasado.
6. Certificado de retenciones. En caso de hacer retenciones fiscales al inquilino, debes tener este documento.
Recuerda que toda esta documentación debe guardarse por lo menos durante cuatro años, ya que la Agencia Tributaria puede requerirla en caso de inspección.
Si tienes un piso compartido, debes declararlo siguiendo el mismo proceso que si el piso estuviera alquilado en su totalidad, pero con algunas peculiaridades en función de la repartición de los ingresos y gastos; en otras palabras, debes determinar la parte de los ingresos que te corresponde y hacer lo mismo con los gastos.
Por ejemplo, si alquilas una o dos habitaciones de una vivienda, debes declarar la parte proporcional que recibiste de la suma total del alquiler; de igual manera debes hacerlo con los gastos generados en el piso. En este caso, divide los gastos entre el número de habitaciones o según el acuerdo que tengas con tus inquilinos. La clave aquí es la transparencia y buena comunicación entre todas las partes involucradas.
Como comentamos anteriormente, el declarar el alquiler de un piso conlleva a deducir gastos relacionados con la propiedad. Haciendo esto, disminuye la base imponible, y se reduce también la cantidad de euros a pagar.
A continuación, enumeramos algunos de los gastos deducibles más importantes:
Si solicitaste una hipoteca para adquirir el inmueble, los intereses son deducibles.
Puedes deducir las cuotas pagadas a la comunidad de propietarios. Hace referencia a gastos comunes, como mantenimiento de piscinas, ascensores, limpieza, jardines, seguridad.
Puedes deducir estos gastos, en caso de que no sean pagados por el inquilino: agua, electricidad, gas.
Los gastos del seguro de la propiedad también son deducibles.
Si el propietario del piso asume los gastos derivados de reparaciones, estos podrán deducirse. Aquí entran los arreglos de electricidad, pintura, reformas, reparaciones de fontanería, poda de árboles, entre otros, siempre que cuenten con las facturas que respalden el gasto.
Puedes deducir el pago por contratar a un profesional que te ayude con la declaración de impuesto. También se incluye el pago de abogados y asesores legales, en caso de una querella judicial.
Puedes deducir un porcentaje del valor de adquisición del inmueble a lo largo del tiempo, que suele ser del 3%.
Las tasas municipales e impuestos que pagas sobre la propiedad, como el IBI, también son deducibles.
Al conocer qué gastos puedes deducir, puedes optimizar tus beneficios fiscales anuales.
Se espera que para la declaración de la renta correspondiente al año 2024, las deducciones continúen siendo de un máximo del 60% de los rendimientos obtenidos por el alquiler de residencia habitual. Este porcentaje variará, dependiendo de algunos requisitos que cumpla el inquilino, como, por ejemplo, ser menor de 35 años.
Sin embargo, como la deducción por inversión en vivienda habitual ha sido objeto de debate en los últimos años, y la legislación fiscal puede cambiar en cualquier momento, se recomienda consultar fuentes oficiales o asesores fiscales para estar actualizado.
Ante esta duda, es importante saber que todos los propietarios que alquilen un inmueble, deberán declarar los ingresos percibidos por esa renta, indiferentemente de la duración o el tipo de contrato de alquiler. En otras palabras, al tener el inmueble como parte de su patrimonio y obtener ingresos por alquilar un piso o habitación, esto debe ser declarado. Si no estás seguro, es aconsejable consultar con un asesor fiscal.
El alquiler se declara en el modelo 100 de la Agencia Tributaria, mediante la declaración anual del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Este modelo cuenta con la sección correspondiente a rendimientos del capital inmobiliario, donde deberás incluir los ingresos obtenidos y los gastos deducibles de tus ingresos de alquiler.
Se recomienda realizar esta declaración por la página web, ya que este medio permite la confirmación inmediata de la declaración de impuesto y hace más sencillo el proceso de corrección, en caso de algún error.
Incurrir en el delito de omisión, puede traer consecuencias graves como enfrentarte a multas que oscilan desde el 50% hasta el 150% de las cuotas no ingresadas; además, podrías ser objeto de auditorías más frecuentes. Por otro lado, perderías la opción de acceder a deducciones fiscales importantes. En resumen, no declarar tus ingresos puede resultar en un costo mucho mayor que el costo del cumplimiento de la obligación
Aunque sea por un periodo corto el tiempo que alquilas un piso, igual es importante que lo declares, ya que todo ingreso generado por el alquiler es considerado como rendimiento del capital inmobiliario.
Sin embargo, en el caso de los alquileres turísticos, hay un límite de exención. La Agencia Tributaria tiene un límite establecido y podrías estar exento de presentar la declaración, si no superas este límite. Ante toda duda, es recomendable recurrir a un asesor fiscal
Los métodos y herramientas más comúnmente utilizados por la Agencia Tributaria para detectar arrendamientos no declarados, son los siguientes
Hacienda compara la información fiscal que proporcionan los propietarios de inmuebles con la información de los inquilinos. También puede cruzar datos con las empresas de suministros de agua y luz, padrones municipales, datos del catastro, entre otros. Esto permite detectar discrepancias.
En muchas ocasiones, Hacienda recibe denuncias anónimas sobre alquileres no declarados.
Los ingresos que no se declaran y que se pagan en efectivo suelen generar suspicacias y ser objeto de mayor revisión.
El uso de plataformas digitales para alquilar propiedades (como Airbnb o Booking) facilita a la Agencia acceder a información sobre transacciones que no siempre se declaran.
La mejor práctica es proceder con transparencia y siempre cumplir con la obligación de declarar tus ingresos. Si vives del alquiler o si alquilas tu vivienda, estás obligado a declararlo.
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Declarar el alquiler de un piso es, además de una obligación legal, un proceso que te traerá ventajas fiscales y optimizará tus recursos económicos, dándote además tranquilidad en tu actividad como arrendador. Consulta siempre con un profesional ante cualquier duda, y recuerda que el acatamiento de estas obligaciones contribuye a un mercado del alquiler más sano y regulado.
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