La llegada de la tecnología blockchain está cambiando y cambiará la forma en que la sociedad piensa, interactúa, se relaciona e intercambia valor. Intercambio que en mayor o menor medida se soporta en activos digitales (tokens y criptomonedas), imprescindibles para que este complejo sistema descentralizado pueda funcionar de forma correcta.
Desde sus inicios las criptomonedas y los tokens a pesar de sus innumerables ventajas, se han caracterizado por ser altamente volátiles, afectando de manera negativa al desarrollo de productos financieros descentralizados.
Elaborar una estrategia de inversión basada únicamente activos volátiles o transferir valor entre personas o compañías con criptomonedas como método de pago, suponía un gran inconveniente, que muchas veces suscitaba al abandono o rechazo.
Ante esta inestable e ineficiente situación era inminente la aparición de algún criptoactivo con un precio estable, es decir un activo digital cuyo objetivo fuese proporcionar precios que no variasen bruscamente y que permitiesen mantener una mayor estabilidad en el mercado.
Como podéis imaginar el nombre de estos es, stablecoins.
Un stablecoin, no deja de ser un token, que se utiliza como moneda digital en la blockchain, y cuyo precio está vinculado 1:1 a de las monedas fiduciarias como el dólar, euro u otras.
Las stablecoins ofrecen números ventajas, ya que no dejan de ser un criptoactivos registrado en la blockchain, y por tanto sigue conservando sus propiedades como la inmutabilidad, trazabilidad, privacidad, ágil comercialización y almacenamiento, etc. Además de proporcionar un marco de estabilidad a todos los actores sin la necesidad de pasar al mundo off-chain para protegerse de las altas volatilidades.
La popularidad de las stablecoins ha ido aumentando exponencialmente en los últimos años con la adopción masiva y aparición de nuevas monedas que mantienen su valor pegado al dólar. Pero como podemos imaginar algunas se han vuelto más populares que otras, debido principalmente a los mecanismos utilizados para mantener su precio estable y a sí estos mecanismos son centralizados o descentralizados.
Las stablecoins son criptomonedas que están diseñadas para mantener un valor estable en relación a una moneda fiduciaria, como el dólar estadounidense. Para lograr esto, utilizan varios métodos, como:
Son una herramienta útil para aquellos que desean utilizar criptomonedas sin la volatilidad asociada con las monedas digitales tradicionales.
La forma en la que las stablecoins mantienen su precio se relaciona de forma directa en la forma de cómo se generan o crean. Vamos a ver esto en detalle.
Hay diferentes formas de crear stablecoins, aunque la más utilizada es mediante el uso de monedas fiduciarias como garantía.
Una compañía de forma centralizada genera nuevas monedas estables a la vez que deposita en una institución financiera el mismo número de dólares o euros (emite una stablecoin por cada moneda fiat que deposita).
Esto significa que cada stablecoin esta respalda por una moneda gubernamental, y el mercado así lo entiende, por tanto, su precio se vincula de manera directa al de esta moneda y se corrige de posibles desviaciones mediante el arbitraje.
Si queremos depositar nuestra confianza en este tipo de stablecoins deberíamos asegurarnos de que los depósitos en dinero fiat que las respaldan estén auditados, de lo contrario podría ocurrir que las emisiones estén parcialmente respaldadas, con los posibles riesgos que eso implicaría.
Algunas stablecoins respaldadas por dinero fiat más populares son; USDT, USDC, BUSD Y GUSD.
Estas criptomonedas estables se pueden comprar en un mercado secundario a través de DEX o un exchange centralizado. También podrías adquirirlas directamente en la plataforma que se encarga de emitirlas, aunque en este caso tendrás que pasar por un proceso de identificación (KYC/AML).
Estas criptomonedas estables son creadas a través de préstamos colateralizados por tokens, es decir, si por ejemplo tengo ETH, puedo pedir un préstamo contra ETH en forma de moneda estable.
Su funcionamiento es más complejo que el de las stablecoins respaldadas con dinero fiat, ya que en este caso se utilizan contratos inteligentes que gestionan la emisión y el colateral con el fin de que las nuevas monedas estables no se quedan parcialmente colateralizadas.
La forma de evitar esta situación es:
La primera stablecoin respaldada por criptomonedas que apareció fue DAI, y actualmente es una de las más conocidas. DAI a través de su protocolo descentralizado (Maker DAO) permite crear monedas criptográficas en forma de préstamo, depositando como garantía ETH u otras criptomonedas.
El protocolo asegura su estabilidad bloqueando la garantía, la cual, en caso de perder su valor por debajo de un límite predefinido (ratio de colaterización) liquidará automáticamente la posición. Dedicaremos un artículo completo para hablar de este protocolo tan revolucionario.
Como podrás estar imaginando, este tipo de stablecoins se alinean con la filosofía y principios de la tecnología blockchain al mantener la emisión, almacenamiento y gobernanza de manera descentralizada, sin depender de ningún banco o colateral gestionado de manera centralizada.
A diferencia de las anteriores, las stablecoins algorítmicas no están respaldadas por ninguna moneda o token, sino que su precio se establece de manera algorítmica mediante contratos inteligentes que ajustan el suministro de monedas en función de la demanda.
Si el precio del stablecoin cae despejándose de la moneda fiat que representa, el sistema se encargará automáticamente de reducir el suministro total de tokens (sin nosotros hacer nada). De forma análoga, si el precio aumenta, el sistema emitirá más monedas estables para ajustar el precio y mantener la paridad.
Al tener una paridad 1:1 con el dólar o euro, en cierto modo implica que tenemos dinero fiat tokenizado y esto puede ser muy útil para evitar los riesgos asociados a la volatilidad del mercado.
Por ejemplo, un usuario puede hacer de uso de criptomonedas estables en momentos bajistas del mercado para proteger su capital, desinvertirlo sin tener que pasarlo a dinero fiat, lo que es mucho más práctico y eficiente.
También ayudan a potenciar la liquidez de los criptoactivos ya que casi todos los token y criptomonedas suelen comercializarse por un stablecoin, ya que para el inversor es más seguro y fácil.
Por último, si vivimos en países extremadamente castigados por la inflación como por ejemplo Argentina, podría resultar útil el uso de criptomonedas estables como herramienta para proteger el valor de nuestro patrimonio, con mayor privacidad que si lo hiciese directamente en dólares.
Aunque puede parecer un caso de uso trivial, ya que como decimos representan dinero fiat, no está demasiado extendido por el momento, aunque es cierto que ya estamos viendo algunos proyectos que permiten pagos en comercios por medio de stablecoins. En un futuro cercano podríamos ver una mayor adopción impulsada por las ventajas que añadiría tener una moneda fiduciaria representada por un token.
Entre estas ventajas podemos encontrar, pagos internacionales mucho más rápido, así como de micropagos, mayor accesibilidad y uso por parte de países cuya población se encuentra desbancarizada.
Quizás este es el uso más extendido y uno de los principales motivos que ayudo a la creación de este tipo de token. Las stablecoins asientan la base de las finanzas descentraliza, y permiten el desarrollo de productos financieros que serían dífilamente viables sin la ayuda de ellas.
Gracias a las stablacions los protocolos de finanzas de descentralizadas son más estables y seguros y permiten ofrecer alternativas de inversión más interesantes que la banca tradicional.
Podemos utilizar las stablecoins para rentabilizar nuestros ahorros aportando liquidez a un protocolo DeFi, o prestando nuestro dinero en forma de moneda estable a otros usuarios de manera totalmente descentralizada a cambio de un interés, o directamente haciendo yield farming junto con otro token o criptomoneda.
Podemos decir que las stablecoins han llegado para quedarse y que están solucionando grandes problemas que limitaban el crecimiento del mundo crytpo.
Mejoran la experiencia del usuario y por tanto su adopción, ayudan a protegerse de las altas volatilidades, permiten diseñar una estrategia de inversión más asequible y sencilla, y por supuesto, generar ingresos pasivos mediante la utilizando de protocolos DeFi, como por ejemplo Compound, un protocolo de brrow/lend.
Pero a pesar de todas estas ventajas no podemos olvidarnos de los riesgos subyacentes, como la alta volatilidad del mercado cripto, las regulaciones cada vez más duras, las posibles carencias de seguridad en los smart contracts o la alta responsabilidad en su almacenamiento (la perdida de la clave privada asociada a la wallet, supondría la perdida de todos los fondos).
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