Un concepto muy de moda últimamente es el de Fondo de Emergencia, y es que parece que poco a poco se toma más consciencia de la importancia de prever ciertos riesgos o situaciones que requieren gastos inesperados. Precisamente, es ahí cuando entra este concepto como un dinero extra que no cae nada mal para cubrir situaciones complicadas y que así lo requieran. Su importancia radica en ayudar a que las finanzas personales no tambaleen, pese a tener algún gasto urgente adicional.
Si definitivamente consideras que es importante tener algún dinero para un momento de crisis, pero no sabes cómo hacerlo, sigue leyendo que aquí te lo contamos.
En resumen y para que te quede muy claro, un fondo de emergencia es una reserva de dinero que se destina para cubrir ciertos gastos que no se tenían previstos o alguna situación inesperada, es decir, un gasto con el que no se contaba y que debe hacerse. La idea es que ese gasto no afecte la estabilidad financiera y por eso se guarda este dinero que recibe el nombre de fondo de emergencia. El propósito del fondo es que sea un salvavida en tiempos de crisis y que no desajuste las cuentas mensuales del que lo necesita.
Como ya se mencionó, un fondo de emergencia tiene como propósito ‘salvar’ algún gasto sin que se toquen los recursos habituales, es decir, sin que suplir un gasto de última hora suponga un ‘revolcón’ económico para quien lo sufre.
Ten en cuenta que esos gastos pueden ser enfermedades, emergencias médicas o de hogar, como algún tipo de reparación, puede cubrir también alguna temporada en la que no se cuente con empleo.
La ventaja con estos fondos es que evita que la persona gaste lo que tiene destinado para otro fin, como estudios, compra de casa carro o vacaciones, o mejor aún, ayuda a que la persona no se endeude.
Así que un fondo de emergencia da tranquilidad y confianza al sentir que hay algún monto de dinero destinado para imprevistos y que por ende hay un ‘respiro financiero’.
Tener un fondo de emergencia se caracteriza además de por lo que se menciona anteriormente, por otras ventajas que merece la pena conocer:
La cantidad para ahorrar en tu fondo de emergencias depende de cada quién, de sus gustos y necesidades. Además, depende mucho de la situación personal y de los ingresos pasivos rentables mensuales.
Un truco que viene muy bien, es tener unos seis meses de gastos mensuales asegurados, para definir una cantidad viable que se destine mensualmente a un fondo de emergencia. Recuerda que cuando se habla de gastos mensuales, es necesario incluir un promedio que incluya vivienda, alimentos, transporte, servicios públicos, salud y otros gastos que consideres fijos. Analiza estas cifras mes a mes a ver cómo se van comportando y cuál es el promedio habitual de las mismas.
Hay algunos pasos claves para crear un fondo de emergencia, así que ten en cuenta:
Es fundamental que guardes los fondos de emergencia bien, es decir, si tienes la opción de hacer una cuenta de ahorros para esto sería genial, es necesario que sea una cuenta diferente a la que utilizas para tus transacciones habituales. Mantener el dinero separado impide gastarlo. Además, el banco es una opción segura y es preferible a tenerlo en casa. Aprende más métodos de ahorro.
Sin duda la mejor opción para esto es una cuenta de ahorro o corriente, a la que se pueda acceder sin problemas y que no genere cargos de manejo o intereses significativos.
Lo mencionamos más arriba, pero si aún necesitas mayor claridad para saber en qué cosas puedes usar tu fondo de emergencia, aquí te va:
Hay algo que es importante tener en cuenta y es que un fondo de emergencia y un ahorro, es algo completamente diferente. El ahorro es para metas a largo plazo, incluso para algún capricho puntual. En cambio, el fondo de emergencia es para una situación compleja o de crisis con la que no contabas. Ambos aspectos se deberían tener en cuenta en una planificación económica individual o familiar.
Un fondo de emergencia es muy importante para salir de algún atasco personal importante, pero sobre todo para tener una buena salud financiera y por tanto tener una mayor tranquilidad cuando suceden situaciones imprevistas y urgentes, ya que al tener cómo cubrirlas, la salud física y mental también se conserva, pudiendo solucionar o al menos palear soluciones a corto plazo para conservar la calidad de vida.
Así que, si no tienes aún un fondo de emergencia puedes contemplar tenerlo comenzando por guardar un pequeño porcentaje de tu dinero. Algunas personas incluso destinan un porcentaje de sus ahorros para imprevistos o emergencias, así que si consideras que puedes hacerlo de esa forma también puedes intentarlo. Recuerda siempre que como dice el viejo adagio “¡Hombre o mujer prevenida, vale por dos!”
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