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En la búsqueda constante de soluciones urbanas sostenibles y eficientes, surge el concepto de las "Ciudades de 15 Minutos" como un paradigma que promete transformar la manera en que concebimos y experimentamos el entorno urbano. Desde servicios esenciales hasta opciones de entretenimiento y trabajo, esta visión busca reducir la dependencia del automóvil y fomentar la movilidad sostenible, entre otras cosas. En este artículo, hablamos en profundidad de lo que este concepto implica, cuál es su objetivo, qué beneficios trae y por qué tenerlo presente a la hora de decidir futuras inversiones.
Las ciudades de 15 minutos son un concepto de planificación urbana que propone que la mayoría de las necesidades y servicios de los ciudadanos deberían estar a distancias caminables o en bicicleta menores a 15 minutos desde cualquier punto de la ciudad.
Esto está basado en la idea de que las ciudades deberían ser compactas y accesibles, de modo que los ciudadanos puedan vivir, trabajar, estudiar, comprar, divertirse y acceder a los servicios esenciales sin necesidad de utilizar un transporte que requiera combustible.
El concepto fue propuesto por primera vez por el urbanista colombiano Carlos Moreno en 2016. Moreno, que es profesor en la Universidad de París, se inspiró en las ciudades tradicionales de América Latina, que suelen ser compactas y accesibles.
Este urbanista argumenta que las ciudades de 15 minutos son una respuesta a los desafíos urbanos del siglo XXI, como el cambio climático, la contaminación y la desigualdad. Con los años esto se ha popularizado rápidamente en todo el mundo. En 2020, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, anunció un plan para implementar esto en la capital francesa. Dentro de este se incluyen inversiones en vivienda, transporte y espacios públicos.
Para que una ciudad sea catalogada como ciudad de 15 minutos, deberá tener las siguientes características:
Es fundamental que todos los servicios esenciales, tales como supermercados, farmacias, escuelas, hospitales y parques, se ubiquen a distancias que permitan llegar caminando o en bicicleta.
La clave reside en incrementar la densidad urbana, propiciando que más personas residan y trabajen en áreas específicas.
Deben poseer una diversidad de funciones en cada zona, integrando viviendas, comercios, servicios y espacios públicos. Así, se impulsa la actividad económica y social.
Es imperativo que prioricen opciones de movilidad sostenible, como caminar, andar en bicicleta y utilizar el transporte público. Esto no solo reduce la contaminación y el ruido, sino que también disminuye las emisiones de carbono.
También se deben incorporar espacios verdes, como parques, jardines y huertos urbanos. Se considera que estas áreas no solo mejoran la calidad de vida, sino que también benefician la salud general de la población.
El objetivo principal de una ciudad de 15 minutos es crear un entorno urbano en el que los ciudadanos puedan vivir, estudiar, comprar, divertirse, trabajar, y acceder a los servicios esenciales sin necesidad de utilizar un coche. Es decir, que la población pueda hacer su vida normal y crear una rutina donde no se vean obligados a recorrer grandes distancias para cubrir sus necesidades.
Las ciudades de 15 minutos están ganando fuerte popularidad en todo el mundo. En 2022, más de 30 ciudades en 8 países habían ya adoptado o estaban explorando el concepto. Algunos ejemplos incluyen:
En el caso paradigmático de la capital francesa, la estrategia para materializar este modelo, se centra en cuatro fundamentos esenciales: proximidad, diversidad, densidad y ubicuidad. El objetivo subyacente es simplificar al máximo la experiencia de vivir, trabajar, abastecerse, cuidarse, aprender y disfrutar en la ciudad.
En los planes de esta localidad de Oregón, Estados Unidos, se estableció la ambiciosa meta de permitir que el 80 % de sus residentes realicen todas sus actividades cotidianas sin necesidad de desplazarse más de 20 minutos a pie o en bicicleta desde su hogar. Hasta el momento, esta iniciativa excluye los trayectos laborales. La administración de Portland se ha propuesto alcanzar este ambicioso objetivo antes de que culmine el año 2030.
En Australia, esta ciudad ha decidido emular el modelo de vecindarios de 20 minutos, tomando inspiración de la iniciativa en Portland. Curiosamente, su enfoque técnico podría considerarse de 10 minutos, ya que se plantea que los residentes solo tengan que desplazarse durante un máximo de 20 minutos a pie o en bicicleta, considerando tanto la ida como el regreso a sus hogares. En 2018, el Gobierno de Melbourne dio inicio a varios proyectos piloto para poner a prueba esta innovadora propuesta en diversos contextos y así identificar las prácticas más beneficiosas para su implementación.
Suecia: El país nórdico da un salto audaz al proponer la creación de ciudades y pueblos que se organicen en torno a sus calles. El innovador proyecto Street Moves se fundamenta en la idea de empoderar a los residentes para que tomen decisiones sobre la utilización del espacio público en sus comunidades, fomentando así la cohesión social. En las fases iniciales, se llevó a cabo la redistribución del espacio público, restando protagonismo a los coches y otorgándoselo a los ciudadanos. Los impactos no se han hecho esperar: según una encuesta reciente, el 70 % de los residentes en las áreas donde se implementaron estos cambios los percibe de manera positiva.
Este concepto tiene el potencial de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, ya que reduce la necesidad de desplazamientos, ahorrándoles tiempo y dinero. Por ende, cada vez capta más la atención de las personas y también de los inversionistas, creando un impacto en las tendencias de inversión inmobiliaria. Podemos ver este impacto, en los siguientes factores:
Las ciudades de 15 minutos hacen que las zonas céntricas sean más atractivas para vivir, ya que ofrecen la mayor variedad de servicios y una mejor calidad de vida. Esto ha provocado un aumento de la demanda de propiedades en estas zonas.
El aumento de la demanda de propiedades en zonas céntricas ha llevado a un aumento de su valor, por ende las inversiones son más rentables.
Este tipo de ciudades requieren una inversión significativa en infraestructura, como transporte público, espacios verdes y vivienda. Lo que va creando nuevas oportunidades de inversión constantemente para quienes buscan diversificar su cartera.
La razón principal por la que la idea de este tipo de ciudades se ha expandido tanto y se ha hecho popular tan rápido es porque trae beneficios tanto para los ciudadanos, como para la ciudad y el medio ambiente.
Las ciudades compactas y fácilmente accesibles no solo promueven la actividad física, sino que también reducen la contaminación y el ruido, mejorando así la seguridad y el bienestar de los residentes.
La reducción de la necesidad de desplazamientos largos ahorra tiempo y también alivia la carga financiera de los ciudadanos, contribuyendo a una mayor eficiencia en la cotidianeidad.
La accesibilidad se traduce en una mejora considerable de la salud pública al reducir la contaminación del aire, y al fomentar un estilo de vida activo.
Al proporcionar a todos los ciudadanos acceso cercano a servicios esenciales, estas ciudades contribuyen a la reducción de la desigualdad, creando un entorno más equitativo para la comunidad en su conjunto.
Las ciudades a 15 minutos impulsan el desarrollo local y generan empleo, fomentando una economía robusta y resiliente.
Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero
Al disminuir la dependencia del automóvil, estas ciudades contribuyen directamente a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, mitigando el impacto ambiental.
La proximidad de servicios y la reducción de la movilidad motorizada contribuyen a una mejora sustancial de la calidad del aire.
La creación de espacios verdes y la conectividad entre hábitats naturales en las ciudades a 15 minutos promueven la biodiversidad, enriqueciendo el entorno urbano con una mayor diversidad de flora y fauna.
Si estás pensando en invertir, aquí tienes algunos consejos que te van a ayudar y algunos ejemplos de zonas que suelen ser buenas oportunidades de inversión como futuras ciudades a 15 minutos:
Aprende dónde invertir en tiempos de crisis
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2015, establece 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que los países se comprometen a alcanzar para el año 2030. Uno de estos ODS es el ODS 11, que tiene como objetivo "Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles".
El concepto de ciudades 15 minutos está en línea con este objetivo, por su enfoque en la proximidad, la accesibilidad y la sostenibilidad. En este sentido, la Agenda 2030 para ciudades 15 minutos tiene como objetivos específicos:
Para alcanzar estos objetivos propone una serie de medidas, entre las que se incluyen:
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A medida que las ciudades a 15 Minutos ganan impulso en la planificación urbana global, su influencia en el mercado inmobiliario se perfila como un factor determinante en la toma de decisiones de inversión. La convergencia de la sostenibilidad, la accesibilidad y la calidad de vida redefine los criterios de valoración de las propiedades. Los inversores inmobiliarios que reconozcan la importancia de estas ciudades más compactas y conectadas, encontrarán nuevas oportunidades para participar en el desarrollo de proyectos innovadores que no solo respondan a las demandas actuales, sino que también anticipen las necesidades futuras de una sociedad en constante evolución. En última instancia, este tipo de ciudades representan no solo un cambio en la geografía urbana, sino una revolución en la forma en que concebimos el espacio, la movilidad y la inversión.
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